Sigue la disputa por los test rápidos: "No se puede prohibir el acceso democrático"

Así lo expresó Norberto Mañas, presidente de la Asociación de Propietarios de farmacias de Argentinas. Sigue la disputa entre farmacias y laboratorios por la venta libre del test rápido que detecta el Covid-19 se expande por todo el país. Hace un mes comenzó a venderse en farmacias el test rápido de antígenos Immunobio de uso profesional, que se hace a través de un hisopado, autorizado por el ANMAT. Venía directo de China y se comercializaba a $2500 promedio. Los bioquímicos pusieron el grito en el cielo y lograron que la provincia de Buenos Aires prohíba su venta, la medida se replica todo el país y ya son nueve las provincias que no dejan que se venda libremente. La polémica se da en torno al test chino Immunobio, creado por el laboratorio chino Hangzhou Immuno Biotech Co Ltd que es el único de uso profesional que consiguió la autorización de ANMAT para la venta libre en farmacias. Lo importa Vyam Group S.R.L., permite en 10 minutos conocer el resultado con un nivel de sensibilidad del 96,8%. Laboratorio Abbot había comenzado las gestiones para pedir la autorización a ANMAT de otro test similar, pero más económico. Ante la medida de prohibir la venta en farmacias en territorio bonaerense los farmacéuticos, laboratorios y droguerías salieron con los tapones de punta. Norberto Mañas, presidente de la Asociación de Propietarios de farmacias de Argentinas que agrupa a 2000 farmacias de todo el país dijo: “No se puede prohibir el acceso democrático a los test rápidos de antígenos que detectan en el Covid-19. Las farmacias y droguerías hicimos un pedido al ministerio de Salud. Nos parece una locura, es por el lobby de los laboratorios de análisis clínicos. Pedimos que los test los pueda hacer un farmacéutico, además de los que hoy están habilitados que son enfermeros matriculados, médicos y bioquímicos". "Queremos que los farmacéuticos estemos autorizados para hacerlo e informar los resultados al Sistema SISA que los reúne. En los centros de testeos no los hace un bioquímico, los hace un enfermero. Pedimos que nos autoricen a hacerlo. En otros países son masivos y más democráticos, acá se obliga a pagar casi $4000 en un laboratorio, cuando un test cuesta $2200 y $2500 al público. Queremos que se puedan vender libremente como los test de glucosa y los test de embarazo. El problema es la falta de testeos a precios accesibles”, concluyó.
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