Operaron con éxito a un joven llegó en vuelo sanitario para cirugía a corazón abierto

Alan desde que nació viene luchando contra un problema congénito en su corazón, que había ameritado tres operaciones anteriores. Esta fue la cuarta, y estaba muy delicado. Hoy se recupera muy bien.
Profesionales del Hospital El Cruce del programa de Cardiopatías Congénitas operaron a un joven de 25 años derivado del Hospital Cosme Argerich que llegó en vuelo sanitario. Su estado de salud era muy inestable y delicado el paciente padecía una insuficiencia cardíaca avanzada de larga evolución requería de cirugía urgente. Se trataría de la cuarta operación que debía afrontar el joven. “Es una estrategia poco frecuente y se utiliza en casos extremos porque aumenta muchísimo el riego de infecciones y complicaciones en el post operatorio”, manifestó el médico Gonzalo Pomares, del área de Recuperación Cardiovascular. Llegó en vuelo sanitario por el riesgo del traslado en ambulancia porque había que cumplir con la evaluación pre quirúrgica lo antes posible. En el Hospital El Cruce hace diez años que viene desarrollando el programa de cardiopatías congénitas en adultos y somos el único hospital operativo que está dando respuestas a esta población. Alejandro Jorajuría, cirujano cardiovascular explicó “el paciente Alan ya ha tenido cirugías desde muy pequeño en la etapa neonatal, niñez y adolescencia. La primera cirugía que tuvo fue en el hospital Garrahan y esa estenosis pulmonar determinó que el paciente  durante toda su vida tenga que tener una suplementación de la arteria pulmonar porque la que tenía era muy pequeña. Como la prótesis que se pone en la etapa neonatal no crece son pacientes que deben necesitar ser inscriptos en una secuencia de recambios antes de los 20 años van a tener por lo menos tres cirugías”. La historia clínica de Alan comienza a escribirse en el Hospital Garrahan la primer cirugía fue en 1998, la segunda en 2009 y la tercera en 2013 y luego al cumplir los 16 años Alan fue derivado al Hospital Cosme Argerich para seguimiento en el consultorio de cardiopatías Congénitas del Adolescente y del Adulto. “La última cirugía que le hicieron a Alan fue a los 17 años, en ese momento se le colocó una prótesis que con los años desarrolló lamentablemente una infección, es decir una endocarditis.  Al no responder con el tratamiento antibiótico en dos ciclos se determinó la necesidad quirúrgica”, sostuvo Jorajuría. El especialista explicó que “en el Hospital Argerich no tenían la posibilidad quirúrgica por eso El Cruce entró a ser parte de esta secuencia multi institucional. En medio de la pandemia realizamos los ateneos por zoom con los médicos tratantes de Alan en el Argerich intervinieron los médicos Tomás Cianciulli y Paula Koslowski; los profesionales que lo atendieron en el Garrahan Marcela Mouratiano y Carlos Fernando Rosental; y por el Hospital El Cruce participaron las médicas Paula Manso, Julia Peña y Pilar Anoni”. “Fue un gran trabajo en red que realizaron los profesionales, estudiaron el caso y llegaron a la conclusión debido a la situación crítica que padecía el joven, una endocarditis que permanecía controlada mientras recibía tratamiento antibiótico endovenoso, ante la suspensión de dicho tratamiento volvía la infección. Se decidió que la mejor alternativa era remover el foco infeccioso, es decir extraer la válvula que ya estaba colonizada por un bacteria en una operación de alto riesgo teniendo en cuenta que sería la cuarta intervención”. Alan llegó a El Cruce con una condición cardíaca inestable y grave. Por lo tanto la cirugía era imperativa. Había que cumplir con la evaluación pre quirúrgica lo antes posible. La preparación para ingresar a quirófano del paciente incluyó activar el protocolo COVID-19 además se permitió que los familiares acompañen al joven ya que mejora el estado emocional durante la cirugía y el post operatorio. “Los pacientes con este tipo de cardiopatías congénitas son pacientes de corazones muy frágiles porque han pasado por varios procedimientos y sus corazones van sintiendo el impacto de cada cirugía”, relató Jorajuria. La operación que se realizó en el hospital El Cruce duró diez horas y de gran precisión quirúrgica. Se trató de un recambio de la conexión del ventrículo derecho  la arteria pulmonar y se hizo con un homo injerto. “La válvula que le colocamos es de tejido biológico, se podría decir que se trató de un trasplante porque la válvula colocada fue donada y criopreservada en un banco de injertos del Garrahan. Este tejido biológico es el que menos reincidencia tiene en infecciones, explicó Jorajuria. Los cirujanos que intervinieron fueron Miguel Chappuis y Alejandro Jorajuria, el anestesista Matías Olozaga y la perfusionista Gabina Méndez y la instrumentadora Mariel Steliutto. Lo complejo de la cirugía es el hecho de la reoperación que uno realiza al paciente porque implica un aumento porcentual importante de la mortalidad. Porque la cicatrices de anteriores cirugías las adherencias hace muy complejo el abordaje. Un post operatorio complejo así lo explicaron los médicos Gonzálo Pomares y Sandra Defelito cardiólogos del área de recuperación cardiovascular. “Alan durante la intervención sufrió un shock hipervolémico que requirió de múltiples transfusiones cuando intentan hacer el cierre primario de la cirugía no se podía hacer porque se descompensaba. Por tal motivo, se decidió realizar un cierre diferido, es decir el paciente salió del quirófano con el tórax abierto, estaba con respirador y así permaneció durante 48 horas en la unidad de terapia intensiva con alto riesgo de infecciones pero su evolución fue favorable lo que permitió que Alan ingrese nuevamente a quirófano para realizarle el cierre definitivo”. Una vez superada esta instancia Alan mejoraba día a día hasta que llegó el alta y luego de veinte días de internación regresó a su casa.
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