En Ramos Mejìa reclaman justicia y más seguridad después del crimen del quiosquero 

En medio de un operativo oficial, los vecinos de Ramos Mejía se movilizaron en reclamo de seguridad. La marcha fue desde el kiosco donde una pareja de ladrones asesinó Roberto Sabo hasta la comisaría segunda

Familiares, amigos y vecinos de Roberto Sabo, el quiosquero asesinado a balazos durante un asalto en su comercio de Ramos Mejía, se manifestaron frente a la comisaría de la localidad del partido bonaerense de La Matanza en reclamo de justicia y mayor seguridad.

La marcha inició frente al quiosco de Sabo (45), situado en Avenida de Mayo y Alvarado, de dicha localidad, donde los manifestantes colocaron flores, velas y pegaron sobre la persiana metálica carteles con mensajes que expresaban sus reclamos y apoyo a la familia de la víctima.

Luego, la marcha se trasladó hasta la seccional de Ramos Mejía, ubicada a unos 300 metros de la escena del crimen, donde había un fuerte operativo policial con un vallado montado a media cuadra a la redonda de la seccional.

Pedro Sabo, padre de la víctima, encabezó la movilización que avanzó por Avenida de Mayo y de la que participaron también comerciantes de la zona, en la que participaron familiares de otras víctimas de hechos delictivos cometidos en la jurisdicción, como parientes de la psicóloga Maria Rosa Daglio (56), quien murió en marzo de este año tras ser asaltada por "motochorros".

"Lo único que pido es seguridad, nada más", declaró Paula, la exesposa de Roberto, acompañada de dos de sus dos hijos, Tomás y Nicolás, quienes remarcaron que "todo el mundo amaba" a su padre y agradecieron el apoyo de los manifestantes.

"Venía a laburar de domingo a domingo, se levantaba a las siete de la mañana, desde hacía veinticinco años. El quiosco fue la vida de él", afirmó Tomás.

"Un deseo de mi papá era, cuando hablábamos de la muerte, que esparcieran sus cenizas en el Monumental", comentó Nicolás, en referencia a que su padre era fanático de River Plate.

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Alrededor de las 20.30 se produjo un momento de tensión, cuando parte de los manifestantes se movilizaron sobre el cordón de policías que los dispersaron con gases lacrimógenos y gas pimienta.

Es por ello que la Policía amplió el perímetro alrededor de la comisaría y muchas de las personas que protestaban comenzaron a retirarse, a pesar de ello, la movilización continuaba pasada las 22 horas.

En tanto, los restos del quiosquero asesinado serán velados desde mañana a las 17 en la cochería Pache, situada en Eva Perón 1122, de Morón.

El hijo de la víctima dijo que se quiere ir del país porque acá ya no queda más nada. “Todo el mundo lo amaba y viene un hijo de puta y nos arruina la vida a todos”, sostuvo en conversación con TN.

“Desde que tengo uso de razón hay inseguridad acá en Ramos Mejía, toda la vida le tuve miedo a la muerte. Quiero que pongan más seguridad. Después se quejan de que los pibes se van del país pero no hacen nada para que se queden. Yo ya me quiero ir del país, ¿Qué más quiero acá?”, afirmó

Asimismo, el otro hijo del kiosquero asesinado, consideró que es hora de que haya “un cambio grande desde arriba”, porque “se quieren transformar un montón de cosas, como bajar la edad de imputabilidad, pero no hacen nada”.

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