El pasado martes, renunció la  jueza Elena Highton de Nolasco a su puesto en la Corte Suprema de Justicia de la Nación

El pasado martes, renunció la  jueza Elena Highton de Nolasco a su puesto en la Corte Suprema de Justicia de la Nación
El pasado martes, renunció la  jueza Elena Highton de Nolasco a su puesto en la Corte Suprema de Justicia de la Nación

Luego de la dimisión, el constitucionalista Andrés Gil Domínguez sostuvo que “No hay ninguna duda de que ésta vacante en la Corte tiene que ser cubierta por una mujer”

El pasado martes, renunció a su cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la  jueza Elena Highton de Nolasco, a través de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández, luego de haber permanecido 17 años en el cargo. 

"Tengo el agrado de dirigirme al Señor Presidente de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con efectos a partir del 1 de noviembre del corriente año", expresa en la misiva firmada el 30 de septiembre, pero difundida el martes por el Centro de Información Judicial (CIJ).

La jueza de 78 años finaliza así un período de 17 años como parte del máximo tribunal y luego de conseguir, mediante un amparo, la extensión de hecho del límite de 75 años para ser parte de la Corte fijado en la reforma constitucional de 1994. Con la renuncia de Highton, y tras el fallecimiento de Carmen Argibay en 2014, la Corte se queda con cuatro miembros sin mujeres en su composición.

Además, Highton de Nolasco dirige la Oficina de la Mujer de la Corte, creada en 2009 para desarrollar políticas de género para los usuarios del sistema de justicia y para los empleados del Poder Judicial, y que, entre otras tareas, confecciona el Registro Nacional de Femicidios y contiene a la Oficina de Violencia Doméstica.

La partida de Highton de Nolasco dejará a la Corte en una situación de empate en los votos que los cuatro miembros deberán superar, buscando consensos jurídicos y políticos, hasta que el Poder Ejecutivo proponga nuevos miembros y estos cumplan con el trámite que exige la Constitución.

La elección de los miembros del alto tribunal, queda en manos del Presidente con el acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, no totales, y luego de que el candidato o candidata haya superado el período de observaciones que debe abrirse para que tanto ciudadanos como organizaciones opinen sobre los postulantes.

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Los requisitos para convertirse en parte del tribunal son tener treinta o más años de edad y ser abogado con ocho años como mínimo en el ejercicio de la profesión. Las últimas designaciones en la Corte fueron las de Rosatti y Carlos Rosenkrantz, durante el mandato del ex Presidente de Juntos por el Cambio Mauricio Macri.

La jueza saliente sostenía una buena relación con el Gobierno, teniendo en cuenta que fue la única representante de la Corte que estuvo en la presentación de la reforma judicial que el Poder Ejecutivo anunció el año pasado.

En relación a ello, el constitucionalista Andrés Gil Domínguez consideró que quien reemplace en la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la renunciante, debe ser una mujer “con competencia en el área constitucional, porque en la Corte lo que se interpreta es la Constitución y los tratados de Derechos Humanos” y sostuvo que esta incorporación debe resolverse con la nueva composición del Senado que surja de las elecciones legislativas de noviembre.

No hay ninguna duda de que ésta vacante en la Corte tiene que ser cubierta por una mujer. De hecho, el decreto por el cual Néstor Kirchner se autolimitó en su momento en la designación de jueces de la Corte aludía justamente a la diversidad de género”, expresó el constitucionalista en diálogo con radio Continental.

"La vía que usó Macri en su momento para designar jueces en la Corte fue inconstitucional y para hacer esta designación hay que esperar la nueva composición del Senado y hay que ver si este tema puede estar por fuera de la grieta”, declaró Domínguez.

De acuerdo a Gil Domínguez, quien es profesor de la Universidad de Buenos Aires, Highton de Nolasco renunció “porque por un lado ella estaba analizando retirarse, pero la renovación de las autoridades de la Corte implicó un quiebre, ella fue ´maltratada´ y quedó en minoría frente a la nueva conducción”.

Por último, ante la consulta respecto al número de integrantes que debería tener el máximo tribunal, Gil Domínguez opinó que “la Corte de cinco miembros es muy chica, pero esto se tiene que decidir sobre la base de un gran acuerdo político”.

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