El periodista especializado en vinos argentinos Fabricio Portelli dialogó al respecto en una entrevista realizada en el programa radial “Aire Bonaerense”
Como consecuencia de haber apagado uno de los hornos de producción de envases de vidrio, actualmente hay faltantes que permitan satisfacer la demanda y el envasamiento de la producción vitivinícola. Al respecto, surgen dudas de cara a las fiestas de fin de año y en una entrevista realizada en el programa radial “Aire Bonaerense” dialogaron con Fabricio Portelli periodista especializado en vinos argentinos.
“La industria del vidrio venía trabajando a tope. Hay solo dos empresas muy grandes. Entre la baja de personal por la pandemia, se apagó el horno, tarda dos meses en calentarse y que vuelva a funcionar y encima hace menos de dos semanas hubo un incendio en una línea de producción y eso también perjudicó”, afirmó Portelli.
En cuanto a las causales que produjeron esta crisis explicó que ”tenemos una industria que estaba trabajando a tope, que se redujo y se consumió el stock que tenía y de repente el consumo del mercado interno y también a nivel global generó más demanda. El ciclo de la uva es anual. Entonces para que entre uva, la puedas fragmentar y hacer vino, el vino que tenés en los tanques, tiene que salir del otro lado de la bodega para embotellarse. Hay bodegas muy grandes en la Argentina pero nadie tiene el doble de capacidad de bodega”.
“Ahí es donde llegamos a esta instancia donde tenemos un gran problema, sobre todo con los espumantes donde ya están frenando bastante los pedidos. Es una categoría que siempre hay stock porque el espumoso se elabora con vinos de mezcla de años y siempre hay vinos embotellados. Eso no quita que haya un problema. En el mejor momento del vino argentino, que estaba recuperando el consumo y estamos en la mejor realidad, siempre tiene que aparecer algo y en este caso fue esto”, añadió.
Por otro lado, señaló que es probable “que de acá a dos meses se va a regularizar la situación. El problema es que afuera también están como nosotros. Chile lo que produce, Brasil le consume todo el excedente. Porque Brasil si bien no tiene una industria tan grande de vinos, cualquier cosa en Brasil es más grande que acá. Ellos tuvieron un gran problema energético por el tema de las represas, entonces venían acá a importar botellas de vino con lo cuál Chile está saturado, Argentina está saturada”.
“Se armó la tormenta perfecta, pero ojalá que pasemos un año nuevo y las fiestas y que a nadie le falte para brindar y que obviamente tratar de regularizar la situación con lo que nosotros tenemos para poder seguir adelante y disfrutar este crecimiento incremento del consumo”, concluyó.
